martes, 2 de septiembre de 2014

Llegamos al medio medio siglo (y seguimos igual)

Reading: Tokyo Ghoul (por qué, por qué, por qué)
Writing: Tinta Invisible
O peor.

De hecho, si lo pienso bien, es de muchas maneras peor de acuerdo a las expectativas normales; pero mucho mejor, si consideramos que he aprendido el fino arte de pasarme las expectativas normales por el arco del triunfo mientras tarareo.

Entonces, ¿qué más? Um, me compre algunos juegos de PSP que desde hace mucho quería (Persona 3 Portable, Fate/Extra), convencí a mi hermanito de ver la segunda temporada entera de Hannibal conmigo (lo cual fue una experiencia traumatizante y horrible, porque AUUUGH), y, como usualmente hago, tuve que buscarme alguna tontería animada para medio "restaurar el balance" de mi pobre mente.

(Por ejemplo, cuando vi la primer temporada también comencé a ver Ultimate Spider-Man de Disney, para que vean como son las cosas.)

Así que esta vez, por azares del destino o tal vez porque había un gatito en el primer capitulo que alcance a ver en una sesión de surfeo televisional, la serie elegida fue Ben 10 Omniverse... Um, no quiero decirles que me reventé los 50 capítulos de la serie en como dos semanas (algunos de los cuales tardaban bastante en cargar), pero eso fue exactamente lo que hice. No sé cómo obsesionarme a medias con algo. u__u

Okay, y entonces estuvo el mundial. Porque les tengo que decir que vi todos lo partidos de México del mundial, porque a mi hermanito le gusta el fútbol, y a mi papá le gusta ver todas las repeticiones de un partido que aguante a ver. Ah, todas esas esperanzas masacradas... uh, aunque no tan feo como la derrota de Brasil con Alemania. Eso fue espantoso. Ouchies. 

PERO --PERO-- no es por nada de esto que haya estado desaparecida; al menos no por tanto tiempo. Además de que mi computadora murió por un par de semanas, primero con un montón de virus porque se me olvido renovar mi suscripción a mi antivirus y luego porque se le murió el como ventilador que tiene (???) (eh, no sé nada de computadoras, jaja); estos últimos dos meses todos mis sinodales (incluyendo los suplentes) finalmente me dieron luz verde para mi examen profesional. Más o menos. (Es un proceso espantoso.)

Er, fue más como estarles entregando la versión en la que había estado trabajando con mi asesora (algo así como un año) y que había corregido la maestra que iba a "presidir" en mi examen (algo así como seis meses), a los demás sinodales para que la leyeran, me dieran los puntos que cada uno quería que corrigiera/desarrollara/incluyera/otra cosa y, pues, pasara a seguir trabajando en ello. En serio, no tengo idea de cuantos borradores tuve que hacer, imprimir, entregar, discutir, corregir (y el proceso nada más se repetía). Lo malo de estar en la facultad de Letras es que, obviamente, todos los maestros sienten que tu tesis/tesina/otra cosa tiene que ser tu Magnum Opus y la tratan como tal.

Pero en fin, total, entregue, corregí, volví a entregar y ya tuve la dichosa "versión final". "Versión final" que tienes que imprimir y empastar bonito para entregar, claro...

Y entonces, por X o Y razón, hubo un ligerísimo error en las pastas que hizo que me rebotaran la versión final en la oficina de la escuela que se encarga de todo el proceso de los exámenes profesionales, así que tuve que "re-empastarlas" para que me las sellaran; y luego una de mis sinodales salió del país... con planes de no regresar hasta dentro de un año... Y luego me dieron un tríptico equivocado sobre el proceso, así que resulto que me faltaban un montón de documentos; ah, pero eso fue después de que misteriosamente todos los expedientes de mi generación tuvieran un error en el sistema, así que aparecia que me faltaban otros documentos. Por no mencionar todo el rollo de "paso 1: ve a la ventanilla 7 a entregar X papel; paso 2: espera tres días hábiles; paso 3: entrega este otro papel; paso 4: espera 5 días hábiles" y así. Creo que todo lo que pudo salir mal en este tramite salió mal, pero ya voy de salida.

Digo, después de perseguir a mis sinodales otra vez para entregarles la versión re-empastada y con el sello de aprobación de la escuela  para que me firmaran otro papel que tenia que entregar y pelearme por el horario del dichoso examen que nada más no, creo que lo tuve que cambiar como tres veces... 

Hmm, va a ser la próxima semana (el nueve de septiembre, yay).

Espero que después de esta cosa me de tiempo de trabajar en varias historias medio abandonadas o dibujar algo o finalmente traerles las reviewrettes de Kuroko (que, según mis hermanos, ya terminó, ack).

 Mientras tanto, les traigo una review, presentando:





Katanagatari

Como seguramente podrán adivinar por el título, el argumento de esta serie gira alrededor de varias espadas; este es, además, otro anime basado en una serie de novelas ligeras, las cuales fueron escritas por Nisio Isin e ilustradas por Take. Entonces, acerca de esas espadas, el argumento principal es: Kiki Shikizaki forjó mil espadas, las cuales estaban por encima del resto que la cantidad que una facción poseyera era capaz de determinar el flujo de las guerras entre estados; hasta que un Shogun logró recolectar las primeras 988 espadas que había forjado, cimentando así su poder sobre Japón.

No obstante, esas primeras 988 espadas no eran más que una "practica" para poder crear las espadas más poderosas, de tal modo que con poseer una de ellas una persona fuera capaz de enfrentarse a ejércitos enteros--si es que eran capaces de usarla, porque, como verán, cada espada es especial y con muy diferentes atributos entre sí, ya que no es posible medir el "poder" de cada una de la misma manera. De hecho, algunas de estas dichosas espadas no son espadas en absoluto.

Pero ese no es el problema, claro; bueno, de hecho si, esa parte de que una sola persona tenga el poder de enfrentarse al recién establecido gobierno no le hace nada de gracia al líder en turno. De manera que el Shogun le ordena a la estratega Togame que reúna las doce espadas que faltan, y, por muchas razones que se irán revelando poco a poco, fallar no es una opción. 

Así que Togame intenta recuperar las espadas, tarea que no puede llevar a cabo ella sola, por lo que primero contrata un grupo de ninjas--quienes la traicionaron al momento de recuperar una, al enterarse del valor de las espadas; después, busca la ayuda de un espadachín--quien, al recuperar la espada, decide quedársela y se vuelve un ronin.

Entonces, Togame se ve obligada a acudir a una isla remota en la que se encuentra el último practicante del "Kyotouryuu", una escuela que no utiliza espadas pero se especializa en combates contra las mismas; la persona que ella conocía como el jefe del clan ya ha muerto, desafortunadamente, así que la tarea cae en manos de su hijo: Shichika Yasuri, quien no tiene ningún interés en el dinero y tampoco requiere de una espada.

Razones por la cuales, además de no representar un peligro para la búsqueda de Togame, tampoco esta muy interesado en ayudarla al principio. Aunque claro, la estratega ya había tomado eso en cuenta, llegando a la conclusión de que si ni el dinero ni el honor podían garantizar su lealtad, la única opción viable era que que Shichika se enamorara de ella.

Así escomo empieza la caza por las "doce espadas aberrantes" de legendario Kiki Shikizaki, quien las creo con un propósito especial en mente.

(Porque nada nunca es tan simple.)

El estilo de animación es bastante diferente al de la mayoría de las series que usualmente les recomiendo, es al mismo tiempo más simple, sin llegar al extremo de, digamos, Shin-Chan, pero también es estilizado y fluido. Las coreografías de las batallas (excepto una) son muy buenas y el diseño de los personajes... um... es algo que deben ver para creer interesante. En especial los ninjas.

Hay muchas cosas que me gustaron de esta serie (personajes, plot twists, música), pero creo que la verdadera razón por la cual se las quiero recomendar tanto es por el sabor de boca que me dejo al final; una de esas series que me hizo reír y llorar y contener el aliento y pensar "ah, ah, ésta es una historia", quizás porque no tuvo piedad por ninguna clase de ideales. No en el sentido que quizás se ve en Fate/Zero (u otras obras de Gen Urobuchi, ja), donde los ideales son prácticamente castigados, pero en el sentido en el que la vida misma no tiene consideración por nada ni nadie cuando de pasar se trata.Eh, probablemente tendrían que verla (y no esperar nada, nada en absoluto de ningún personaje). 

Bien, ahí tienen una recomendación más.

En otras noticias, mi hermanito me convenció de leer el manga de Tokyo Ghoul y ahora mi alma esta desperdigada en pequeños trocitos por el piso. Bien por mi.

Eh, también estaba considerando hacer un tumblr aparte dedicado a Tinta Invisible/Garabatos, para ver si finalmente me pongo las pilas con esas historias. De momento lo único que tengo pensado subir serian borradores, doodles y, en caso de que me anime, de esos mini-soundtracks para personajes o sagas en particular. No sé, no sé, quiero volver a dedicarle tiempo a esa cosa.

Um, de momento es todo; ¡espero que esten todos muy bien!

No voy a deciros que este libro tiene un final trágico, pues ya os he dicho en la primera línea que éste es mi libro preferido. Pero ocurrirán muchas cosas malas; de la tortura ya os he advertido, pero hay cosas peores. Hay muertes, y será mejor que entendáis algo: que mueren algunas personas que no deberían morir. Preparaos, pues. Esto no es un cuento infantil. A mí nadie me lo advirtió y la culpa fue mía (dentro de poco entenderéis por qué os lo digo), y el error fue mío, de manera que no quiero que os pase lo mismo. Mueren algunas personas que no deberían morir, y la razón es ésta: la vida no es justa.
William Goldman, La princesa Prometida