Music: Pas de Deux - The Nutcracker
Reading: Nada
Writing: La manzana envenenada
Les dije que habría fotos, aunque no había pensado que sería de esta manera...Miren a estos gatitos; so los hijo de mi gata: Kittylina (o Kittyjack o Kittychu, depende de a quien le preguntes y de que humor este). Fueron una camada de cuatro y nacieron el 17 de abril, es decir, hace exactamente mes y medio. En mi familia los dividimos entre "vaquitas", de coloración blanca con negro) y "güeros" (blancos con naranja), se los presento:
Esta peque es Chirrisquismiau.
Aquí está Milky Way.
El Güero, o Güerín, nombrado porque su padre viene de una dinastia de gatos igualitos a los que bautizamos como "güeros" y, pues, el nombre pegó.
Y Corisaurius Rex.
Todos ellos fueron nombrados de la manera que me hizo más gracia--excepto el Güero. Y vengo subiendo las fotos hoy, con los ojos enrojecidos y sintiendome de la patada, precisamente porque ya no los tengo.
Desde el momento en que sospeche que mi gata estaba embarazada, supe que no iba a poder quedarme con los gatitos; entre otras cosas porque a mi madre no le gustan los animales y es sólo tras muchos ruegos y el apoyo de mi papá que tengo permiso de tener un gato. Así que eso no es lo que me molesta, me entristece, y hubieran sido otras las circunstancias, me seguiriía entristeciendo, pero eso no es el problema. Lo que sucede es que, hoy, martes, tengo clases en la tarde. Y fuí a la clase como usualmente hago, de hecho salí un poco tarde--a eso de las cinco y cuarto.
Regresé a eso de las ocho y media, y en ese trayecto de poco más de tres horas, me dicen que llegó lo que yo asumo es una familia extendida con tres madres y uno seis niños, que, con mucha emoción, se llevaron a todos mis gatitos. Me dicen que se veian felices de tenerlos, y que, claro, (como el anuncio que hice advertia) iban a cuidarlos muy bien. Me dicenq ue los gatitos estaban tranquilos cuando se fueron.
Pero eso no cambia el hecho de que cuando llegue a no encontrar nada en el rinconcito donde solían estar me haya soltado a llorar como Magdalena. O el hecho de su madre, mi pobre gata, los siga buscando por todas partes, horas después, llamándolos.
Estoy... muy triste. Desearia haber estado aquí para ver a las personas que se los iban a llevar, desearía haber estado aquí para decirles, hacerles prometer, que les iban a dar todos los cuidados del mundo, los iban aquerer y soportar con todos sus defectos y virtudes de gato; hubiera querido, al menos, despedirme de los gatitos que había visto nacer, y que había cuidado lo mejor que había podido, aunque eso significara perder año y medio de ahorros en el veterinario desde antes que nacieran.
Mis padres me dicenq ue todo pasa por una razón, y que los gatitos tuvieron suerte de haber sido tan mimados, que los van a cuidar y que, si estas personas viven cerca, tal vez hasta los vea por aquí de vez en cuando, ya que es un rumbo de gatos que van y vienen, entran, salen y no tienen vergüenza acerca de atacar el plato de comida de otros gatos.
Yo no sé nada. Sólo que duele de una manera que no había sentido ni siquiera cuando mis gatos anteriores se iban de la casa y no volvían, tal vez porque estos gatitos tienen toda la vida por delante y yo no puedo hacer nada más por ellos.
Tan sólo espero que estas personas los quieran, se preocupen, hagan lo que se supone que tienen que hacer: cuidarlos. Es todo lo que puedo esperar. Es, realmente, en este punto, todo lo que quiero.
Así que, por favor... por favor, por favor...
No sé que puedo pedirles, o qué esten dispuestos a dar--aún así, sólo quedan estas palabras, que puedo escribir, pero no decir, porque sigo llorando (un poco)--por favor...
Son animalitos, no juguetes, y necesitan de las mismas cosas que todo ser vivo necesita.
No es mucho pedir y, sin embargo, si es mucho pedir. Es un compromiso, una vida en sus manos--una vida.
Por favor.
Creo que todo sucedió exactamente como tenía que suceder,
salvo las partes tristes, aunque puede que esas también.
Peter S. Beagle, "Dos Corazones"